Considerada la segunda marca de lujo más importante del mundo, Mercedes-Benz se está asociando desde hace tiempo y cada vez con más fuerza a influencers de Youtube, Facebook, Pinterest Snapchat e Instagram, invirtiendo generosamente para contar historias que ellos jamás podrían contar.

“?!?!?!”. Sí. Signos de interrogación y exclamación mezclados. Los jóvenes agrupados bajo la etiqueta millenial están bastante lejos de comprarse un Mercedes y si tuvieran el dinero ¿No lo invertirían en algo más YOLO que un auto lujoso?

Claro que sí.
¿Entonces?

Dejando de lado la terminología basura de planner, el razonamiento de Mercedes-Benz seguramente haya sido algo así: Todos quieren Teslas. Y en el futuro todos van a querer más Teslas. Necesitamos hacer algo. Démosle dinero a los influencers y que cuenten historias por nosotros. Let’s make Mercedes-Benz sexy again.

Y no está mal, porque mientras más gente conoce a tu marca y menos la pueden alcanzar, más deseado sos. Y todo eso te hace exclusivo, que en definitiva es lo que vende Mercedes-Benz.
Ese deseo que solo algunos van a poder satisfacer pero que los demás van a envidiar.

Mientras, las miradas vuelven hacia los Mercedes y sus dueños. Un intento por pelear la fascinación que hoy les roba Tesla. Ese woow que todo dueño de un auto de lujo disfruta tener.

La estrategia parecería estar dando sus primeros resultados, con un aumento de interés de compra de 24% en los últimos 6 meses, tomando distancia con Audi y BMW y hundiendo a Porsche.

En parte gracias a contenidos como el video 360 de Loki correteando por las montañas de Colorado.